Historia de San Pietro Clarenza: la familia Clarenza y sus orígenes

Después de la erupción del Etna en 1669, la ciudad de San Pietro Clarenza fue reconstruida gracias a la intervención de la familia Clarenza, que trajo nueva luz al antiguo pueblo medieval.

San Pietro Clarenza es un antiguo pueblo medieval ubicado en las inmediaciones de Catania, sobre un cerro que lo sitúa a unos 500 metros sobre el nivel del mar. Casi nada queda del antiguo caserío, debido a los desastres naturales que han azotado a lo largo del tiempo.

Sin embargo, podrás notar algunas ruinas antiguas, que se mezclan con otros pedazos de historia esparcidos por la zona, capaces de hablarte del esplendor que mejor caracterizó el pasado del pueblo.

Entre los edificios históricos que aún hoy puedes visitar se encuentran el bloque manino, el más antiguo de la zona, y el Iglesia Matriz de Santa Caterina que, según informa un grabado en la estructura, data de 1316.

Principado de San Pedro

Muchos documentos del archivo de la ciudad atestiguan que la ciudad fue comprada, en Seicento, del genovés Juan Andrés Massa, que ya ostentaba los títulos de Marqués de San Giovanni La Punta e Castillo Duque de Jaci. Poco después todo pasó a manos de Antonio Reitano, que obtuvo el título de Príncipe de San Pedro directamente del Rey, dando vida al Principado de San Pedro.

Después de Antonio Reitano, la tierra pasó en herencia a su hija, quien cedió la villa en dote a su marido Francesco Petrasanta.

La erupción del Etna en 1669

Uno de los acontecimientos más emblemáticos para San Pietro Clarenza y para todo el interior de Catania fue el Flujo de lava del Etna de 1669, que arrasó todo hasta los cimientos, se interpuso en su camino.

La erupción deEtna fue tan desastroso que arrasó todo San Pietro Clarenza, excepto algunos edificios que lograron salvarse milagrosamente, como el bloque Mannino y la Iglesia Matriz de Santa Caterina.

La primera zona edificada fue aquella en la que Madre Iglesia, alrededor del cual también se construyeron varias residencias llamativas, síntoma de un renacimiento ahora inminente. La nueva ciudad se expandió rápidamente gracias a la formación de barrios que se construyeron con el mismo estilo que el primero, es decir, con una iglesia en el centro y edificios a su alrededor.

La masía fue completamente reconstruida, con un lento y progresivo proceso de urbanización, obtenido con la intervención de la que fue la familia noble más emblemática de esta zona.

La familia Clarenza

En 1769, de hecho, la antigua masía fue vendida a José Mario Clarenza, un noble de Catania. Como era costumbre en aquella época, el propietario del cortijo podía cambiar el topónimo utilizando su propio apellido. A esto, en 1779, se añadió también "San Pietro", dando la nomenclatura actual, es decir, San Pietro Clarenza.

La familia clarenza, si bien fue un importante impulsor del desarrollo de la ciudad, nunca estuvo presente activamente en este lugar salvo apariciones esporádicas. De hecho, vivían en su casa de Catania, un elegante edificio que aún hoy puedes admirar en el corazón de su centro histórico.

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