La leyenda del río de la leche en Catenanuova

El pueblo siciliano es conocido en todo el mundo por su hospitalidad, una característica evidente en las relaciones entre sicilianos, pero que también se entiende por la especial acogida turística que se ofrece a los que vienen del continente.

Para los sicilianos, recibir a los huéspedes y hacerlos sentir a gusto es casi una cuestión de honor y este sentido cívico nos remonta a una leyenda nacida en Catenanuova, el río de leche.
Esta antigua historia cuenta cómo un caballero, que quería recibir a toda costa al rey y a la reina que visitaban su zona, idea un plan para mostrar su hospitalidad. Para atraer a sus soberanos estudió un extraño dispositivo que creaba un río de leche, pero descubramos todos los detalles de esta fascinante historia.

Fiume di latte en Catenanuova: la granja que acogió a personajes ilustres

La historia comienza en primer lugar desde el lugar y esta leyenda comienza desde Catenanuova.
En la provincia de Enna, no lejos de Catania, se encuentra el pequeño centro agrícola de Catenanuova. A pocos kilómetros del centro de la ciudad se encuentra el distrito de Cuba, donde es posible ver una pequeña casa de campo, que en la antigüedad era utilizada por viajeros y comerciantes como parada durante el recorrido que realizaban para negociar por toda la isla.

Una masía bastante modesta que, sin embargo, según parece, a juzgar por la placa colocada bajo el balcón, habría albergado a personajes ilustres en siglos pasados ​​como el escritor alemán. Wolfgang Goethe, el pintor Cristóforo Kneip e incluso en 1714 el rey y la reina que aparecen en la leyenda del río de la leche.

Río de leche en Catenanuova: un caballero con una curiosa estratagema en mente

Según cuentos populares, en 1714 el Rey Vittorio Amadeo II de Saboya y su esposa, la Reina Ana de Orleáns, emprenden un viaje que incluye Sicilia entre las distintas paradas. Para regresar al Piamonte, la familia real habría tenido que atravesar toda la parte norte de la isla y luego realizar un largo viaje que les habría llevado desde Palermo a Mesina.
Hasta aquí no habría nada extraño, pero en esta historia en cierto momento hace su aparición el caballero Ansaldi, dueño de la finca Catenanuova.

Este noble deseaba desesperadamente conocer al rey y a la reina y estaba decidido a mostrarles su hospitalidad en todo lo que pudiera. Sin embargo, hubo un problema, el itinerario de los dos soberanos no incluía una parada en Catenanuova y aparentemente tenían mucha prisa por regresar a casa y por tanto habrían hecho el viaje con bastante rapidez.

El caballero no se desanimó ante este revés y por ello ideó un plan que le permitiera conocer a sus soberanos.


La historia continúa describiendo el extraño orden que Ansaldi Dio a sus hombres, al parecer tenían que verter en el río que corría cerca de Catenanuova, toda la leche que se había ordeñado en el pueblo ese día.

El arroyo se volvió blanco a causa de la leche y cuando la vanguardia de la expedición del rey llegó al río, corrieron hacia su soberano para traerle la noticia. Al rey le costaba creer tal cosa y por eso quiso ir a comprobar por sí mismo la existencia de un río de leche.

Una vez que llegó al arroyo quiso probar ese líquido blanquecino y tuvo que aceptar que era un verdadero río de leche.
A este punto de la historia llega el caballero Ansaldi, quien humildemente explicó el origen de aquella estratagema y el motivo que le había empujado a realizar tal gesto, y como ya estaba a punto de caer la noche ofreció su hospitalidad al rey y a la reina, sugiriéndoles que duerma en su finca y se vaya al día siguiente.

Los miembros de la realeza encontraron muy curioso y original el dispositivo diseñado por el caballero y aceptaron su invitación con mucho gusto. Al día siguiente, antes de partir hacia el Piamonte, los soberanos decidieron recompensar a Ansaldi por la invención del río de la leche y le pusieron el nombre de Capitán honorario cualquier Guardias reales.

Fiume di latte en Catenanuova: hospitalidad típica siciliana

La historia del río de leche en Catenanuova nos recuerda una vez más lo amable y hospitalario que es el pueblo siciliano, deseoso de abrirse a nuevos conocimientos y comparaciones. El espíritu del caballero Ansaldi representa el alma de todos los habitantes de Catenanuova, un pueblo amable y afable que vive en uno de los centros agrícolas más bellos de la zona de Enna.
Catenanuova debe mucho a su particular posición, un lugar suspendido en el tiempo inmerso en valles verdes e interminables campos de trigo.

Quienes quieran conocer más sobre la leyenda del río de la leche, ver la granja en el distrito de Cuba o perderse en los paisajes agrícolas, no pueden perderse una visita a Catenanuova. Ya sea una excursión, un fin de semana o unas vacaciones, Catenanuova siempre sorprenderá y atraerá a todos los viajeros.
¿Y tú qué estás esperando? Ven a conocer este pequeño pueblo de la provincia de Enna, aquí donde se mezclan mito y realidad, y donde el amarillo del sol compite con el oro de los campos de trigo.

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