El Museo de la Farmacia Antigua de Roccavaldina

El Museo de la Farmacia Antigua es uno de los lugares más emblemáticos de Roccavaldina, uno de los mejores ejemplos de la Edad Media siciliana en la isla, donde se pueden encontrar 238 jarrones de cerámica de inestimable valor.

laAntiguo Farmacia Roccavaldina se encuentra entre los museos más particulares del mundo. es uno antiguo taller siciliano de los quinientos, una vez utilizado para boticario, como se llamaba a las antiguas farmacias de la época.

Ejemplos como estos son ahora más únicos que raros, hasta el punto de que no hay ningún otro lugar en el mundo donde puedas admirar uno. tienda artesanal del siglo XVI en tan perfecto estado de conservación, que permite vivir el típico día a día de un farmacéutico de aquella época, entre sus ungüentos y medicinas elaboradas en el lugar.

durante tu vacaciones en Roccavaldina, la Farmacia Antigua tendrá que ser sólo una de tus paradas, ya que necesariamente tendrás que visitar tanto la Catedral de San Nicolò que el Castillo de Roccavaldina, dos de los edificios más representativos de la historia y cultura local.

Los orígenes de la Farmacia Antigua

Para todos los efectos, también se reconoce como taller medieval, dado el periodo histórico en el que fue fundada, cercano al siglo XVI.

La Antica Farmacia di Roccavaldina ha estado en funcionamiento continuo durante varios siglos, seguramente hasta los últimos años del siglo XIX.ochocientos, como lo demuestran algunos documentos del 1882 que dan fe del paso de la custodia hacia el Iglesia Madre de Roccavaldina, que nunca usará.

Sólo al 1968 la Antica Farmacia revisa nuevamente la luca, ya que las instituciones la reconocen como Patrimonio del arte renacentista. Desde entonces ha sido reabierto al público y exhibido como real. museo, permitiendo a todo aquel que quisiera entrar y recorrer las instalaciones de este sugerente lugar.

Qué ver en el Museo de la Farmacia Antigua

dentro de la Museo de la Farmacia Antigua de Roccavaldina lo encontrarás bien 238 jarrones de cerámica, cada uno de los cuales se utilizaba para contener las diversas medicinas artesanales.

Son precisamente estos jarrones el principal orgullo del museo, ya que representan una colección de inestimable valor histórico y cultural.

La pieza más valiosa es sin duda una obra de Antonio Patanazzi, entre los alfareros más ilustres de todos los tiempos. De hecho, en el interior de la Antigua Farmacia de Roccavaldina se encuentra uno de sus tres jarrones repartidos por el mundo, señal de que este lugar fue frecuentado, con el tiempo, por comerciantes de todo el mundo.

Toda la colección de jarrones está perfectamente intacta, tanto en forma como en colores, cada uno diferente de los demás, presentándote así 238 obras todas diferentes.

El mobiliario se ha mantenido casi idéntico al del siglo XVI, recreando la misma atmósfera que se respiraba en aquella época.

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