Descubriendo Condrò entre perfumes, historia y enoturismo

Al comienzo de las laderas de las montañas Peloritani, en un valle pintoresco, se encuentra el antiguo y pequeño pueblo de Condrò.

Por su extensión y aproximadamente quinientos habitantes, es uno de los ciudades más pequeñas en el este de Sicilia.

La historia del pueblo de Condrò

Etimológicamente hablando, el nombre de condro podría venir de condros griegos, es decir, cereales, por lo que se supone que se remonta al período de la colonización helénica de Sicilia. Sin embargo, el nombre está certificado en una documentación oficial de laera de Suabia que data de mediados del siglo XIII cuando aparece como Casale di Condró.

Se trata de la formalización de una venta de terreno en la que los entonces propietarios Orlano y Margherita di Paternò vendieron, por 400 tarì, algunas propiedades ubicadas en la llanura de Milazzo, incluido el Casale di Condrò, a Bartolotto Marescalco de Messina. Por lo tanto, de los documentos se puede deducir que el territorio de Condro no pertenecía a ningún feudo pero era de propiedad privada.

Los nuevos propietarios permanecieron así durante algún tiempo, como lo demuestra una sentencia dictada por la Gran Audiencia a mediados del siglo XIV contra los herederos de Rodrigo Alagona que evidentemente se oponían a la familia Marescalco.

Sólo a principios del siglo XV el censo encargado por el rey Martino especificó que Condrò pertenece a Isolda di Scala, quien a su vez lo cedió a un tal Castagna hasta que, convirtiéndose finalmente en territorio feudal, Condrò pasó a Giovanni Bonfiglio y a sus descendientes en el a instancias de Alfonso de Aragón.

Cosas que hacer en Condro

La facilidad para llegar a la ciudad por la autopista Messina-Palermo o por la SS 113 coloca al turista en la situación de visitar Condro y, quizás, elegirlo como base para su estancia gracias a la tranquilidad y las bellezas presentes.

La central Piazza Umberto I se caracteriza por la vista de la pequeña iglesia de santa caterina, ya no utilizado para servicios religiosos, procedente de restos de un palacio noble y del siglo XVI. Iglesia Matriz dedicada a la Madonna del Tindari, también llamado Catedral de Condro. Aunque el estilo severo parece demasiado duro aunque tenga portales preciosos, el interior sorprende al visitante por los estucos ornamentales finamente trabajados, por el coro de madera de la época, por un hermoso púlpito y por los lacunares del siglo XVI que distinguen en el techo en el centro hay una hornacina en la que se encuentra una imagen de la Coronación de la Virgen María.

Destaca también el retablo de madera dorada de puro estilo barroco y la estatua de la Virgen del Tindari, así como un incensario de estilo gótico que también data del siglo XVI.

Son hermosas las esculturas que encuentran espacio en el interior de la nave y que datan de una época que abarca los siglos XVII y XVIII, entre las que destaca el óvalo de terracota del siglo XVII que representa a la Virgen con el Niño y Santa Ana. También se pueden admirar el crucifijo de madera y el busto de terracota de colores que representa a San Francisco de Paola.

Al final de la visita, se sugiere continuar explorando Condrò sumergiéndose en las estrechas calles que conducen a lo que fue la Cancillería, que dejó su función sólo a principios del siglo pasado.

En los alrededores de Condrò se pueden ver las ruinas de un antiguo convento fundado por los frailes en el siglo XVII.

Turismo gastronómico y enológico en Condrò

Es importante el interés que puede despertar turismo gastronómico y enológico ya que este territorio se caracteriza por numerosos colinas plantadas de viñedos, agrios y varios huertos.

Bien conocida –y no sólo localmente– es la variedad de Albaricoques rapisarda que resultan ser tan fragantes que han motivado la producción de uno mas que bueno brandy.

Incluso aquellos que aprecian el buen beber pueden recurrir a Condrò debido a la producción de algunos vinos muy apreciados entre los que emerge el Mamertino DOC Tanto es así que en los últimos años, además del tradicional acto vinculado a la festividad de San Vito, patrón de la localidad, han surgido otros actos ligados precisamente a la valorización de productos típicos locales.

Por ejemplo, el último domingo de julio tiene prevista la Fiesta del Pan y el Vino donde, turistas y visitantes tienen la oportunidad de degustar la mejor producción de vinos locales e saborear el pan elaborado artesanalmente según recetas antiguas que exigen su cocción únicamente en horno de leña. El mismo pan que se puede degustar, tanto dulce como salado, durante la Festival de Bruschetta, que tiene lugar el 14 de agosto de cada año.

Aquellos que buscan un lugar donde relajarse y escapar del estrés diario, el Bodegas Condró son sugerencias ideales a tener en cuenta para degustar excelentes vinos y respirar el aire de una época que no prevé ritmos infernales sino sólo una calidad de vida diferente.

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